Llegará un día en el que los olivareros andaluces de los que escribía Miguel Hernández no serán aceituneros altivos, sino que estarán llenos de chips, sensores y cables. Y ese día parece cada vez más cerca. Pero para que llegue hace falta mucha tecnología, mucha innovación y mucho desarrollo. Y ese es precisamente el gran proyecto de la Universidad de Córdoba (UCO), que acaba de desbloquear y para el que ha reservado una partida de hasta 12 millones de euros. Este mismo viernes salió a licitación los diferentes lotes del proyecto Innolivar, una iniciativa que ha nacido para revolucionar el campo andaluz, especialmente el del aceite de oliva, con, para empezar, cosechadoras autopropulsadas que hagan más fácil la campaña.

El proyecto, que cuenta con financiación europea y que se desarrollará durante los próximos cuatro años, cuenta con cinco bloques temáticos: desarrollo y mejora de la mecanización y la recolección; mejora de medidas ambientales, prácticas sostenibles y cambio climático; actuaciones de industria, calidad y trazabilidad; biotecnología; y mejora de la mecanización, recolección y seguimiento de la aceituna de mesa.

De momento, la UCO ha sacado a licitación un proyecto de más de 11 millones de euros (impuestos incluidos) pero lo ha dividido en 12 lotes. El primero será uno de los más ambiciosos: el desarrollo de cosechadoras autopropulsadas para olivar intensivo, para que el que ha reservado una partida de casi 400.000 euros. El segundo lote tiene previsto que los empresarios que se hagan con la licitación desarrollen un vehículo polivalente para olivar en pendiente y de difícil mecanización, un proyecto para el que se ha reservado más de medio millón de euros.

En su apuesta por revolucionar tecnológicamente el olivar se ha previsto un tercer lote para crear un propio con el pulverizar la copa de un olivar tradicional y otro intensivo (400.000 euros) y otro más para crear otro propio para la gestión de la poda de los olivares (316.000 euros).

Uno de los grandes retos del olivar andaluz es la lucha contra la erosión. Para combatirla, una empresa tendrá que diseñar un plan concreto y medios para hacerlo, gracias a una financiación de medio millón de euros. También se quiere trabajar en una mejora de sistemas y tecnologías para la elaboración de los aceites de oliva. Este lote sale a licitación por 410.000 euros.

Hay un séptimo lote que busca la aplicación de instrumentos analíticos basados en la tecnología de la Espectrometría de movilidad iónica (340.000 euros), un octavo para la elaboración de formulado pre-comercial de microorganismos antagonistas para el control de la verticilosis del olivo (600.000 euros) y un noveno para la elaboración de formulado pre-comercial de hongos entomopatógenos para el control de la mosca del olivo (una de sus grandes amenazas para lo que se destinarán casi medio millón de euros).

Además, se busca empresas que sean capaces de desarrollar nuevas variedades de olivo en seto (367.000 euros), una empresa que diseñe sistemas de recolección integral basados en sacudidores de copa para la recolección de aceituna de mesa (465.000 euros) y otra que elabore un diseño de sistemas integrados para la trazabilidad en tiempo real en recolección mecanizada del olivar de mesa (412.000 euros).

La gran mayoría de los fondos son europeos, a cargo del programa Feder, y necesitan de la aprobación del Consejo de Ministros del Gobierno central. El llamado convenio de Compra Pública Innovadora (CPI) ha sido solicitado por la Universidad Córdoba a demanda del sector representando en las interprofesionales del Aceite de Oliva Español (IAOE) y de la Aceituna de Mesa (Interaceituna). El convenio se desarrollará, mediante colaboración público-privada, entre la UCO y las empresas del sector, “para obtener productos y servicios innovadores dentro de los ámbitos de la mecanización, medio ambiente y biotecnología, la industria y la trazabilidad”, según señalan sus promotores.